Su advertencia inicial que más bien fue una amenaza: “el próximo gobernador del Edoméx será de Texcoco”, así como su prematuro autodestape para postularse como candidato a la gubernatura del Edoméx en 2023, develaron la descarada ambición del doctor Higinio Martínez Miranda, quien construyó su carrera política trabajando con la izquierda, pero cobrando con la derecha.
El dos veces alcalde por Texcoco fincó su carrera política en el Estado de México en una evidente alianza con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), al que cobijó en sus eventos masivos y con quienes ya tenía acuerdos para encabezar múltiples negocios con la construcción del Nuevo Aeropuerto en dicha región.
El tlatoani texcocano estaba indirectamente ligado a la lista de empresarios que integró el tricolor en la malograda base aérea que impulsaba Enrique Peña Nieto, con terrenos que ya tenía apalabrados bajo fuertes inversiones o supuestas herencias; gracias a su compadrazgo con la cúpula priista del también doctor Eruviel Ávila Villegas, el político ya se frotaba las manos y por eso despotricó contra Andrés Manuel López Obrador cuando el proyecto finalmente se concretó en Santa Lucía.
Tan inmediato como fue su destape para contender por la Coordinación de los Comités de Defensa de la 4T, las bases morenistas hicieron pública su inconformidad contra las aspiraciones de Martínez Miranda, al que acusaron de ser un eterno cómplice del PRI y no tener la suficiente calidad moral para encabezar un proyecto con intereses ciudadanos.
La militancia de morena acusa que Higinio Martínez estableció acuerdos con gobiernos priistas desde que pertenecía al Partido de la Revolución Democrática (PRD), y que aún siendo militante del partido que hoy es oficial lo continúa haciendo simplemente por su ambición de agandallarse un cargo público que requiere del deseo de servir a una comunidad de más de 16 millones de habitantes.
La acusación más contundente que hizo la cúpula morenista fue que don Higinio jamás confrontó al aparato político tricolor o a sus gobiernos estatales, desde ninguno de los cargos públicos que ostentó y por el contrario siempre les brindó su incondicional respaldo para sacar adelante sus iniciativas y proyectos, los cuales hoy tienen sumida en la miseria a gran parte dela población mexiquense.
Advirtieron que en caso de que Higinio sea designado como candidato impugnarán su designación, porque su probable nombramiento no significaría una verdadera alternancia, sino únicamente un cambio de dueño en la administración mexiquense y eso dejaría una enorme puerta abierta para que el PRI mantuviera su injerencia sobre la población estatal.
Además de Eruviel Ávila, el cacique texcocano siempre fue cobijado en sus eventos por priistas como: Armando Neyra Chávez, José Manzur, Alfredo Barrera Baca, José Castillo Ambriz, Jorge Olvera García y Mauricio Valdés, entre otros, a quienes siempre saludó efusivamente y a través de los cuales mantuvo siempre una relación política que favoreció los intereses del tricolor, quienes contribuyeron para que el brazo del dos veces edil hoy se expanda a municipios como:
Acolman, Tultepec, Jaltenco, San Felipe del Progreso, Nextlalpan, Tecámac, Ixtapaluca, Xonacatlán, Chalco, Xalatlaco, Cuautitlán, San Martín de las Pirámides, por mencionar algunos.
Higinio también es amigo incondicional de Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena, quien trata de sabotear el camino de la elección presidencial que se llevará a cabo en 2024, el zacatecano trató de echarle una manita al texcocano cuestionando el formato de la elección interna y declarando que el partido no es de nadie, haciendo clara alusión a una posible injerencia del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Gracias a la expansión política y territorial que le otorgaron su cuates del PRI, Martínez Miranda hoy condiciona a su antojo la actuación de presidentes municipales, quienes no se cansaron de adular su probable candidatura a la gubernatura del Estado de México, aunque únicamente evidenció las mañas que le aprendió al eruvielismo, integrador de estructuras a las cuales recurre en tiempos electorales.
Por ejemplo, fue un descaro con el que Mariela Gutiérrez, alcaldesa de Tecámac, se dejó llevar por el chasquido de los dedos del texcocano, quien en sus eventos oficiales descalificó y criticó directamente al edil con licencia de Ecatepec, Fernando Vilchis, a quien criticó fuertemente por anunciar el éxodo de su Gobierno a Toluca para exigirle al gobernador Alfredo del Mazo que cumpliera con su trabajo, acción que por cierto le generó muy buenos resultados al ecatepense.
Mariela fue subida al ring de la elección de su partido por órdenes de don Higinio, incluso la embarcó con el despilfarro de recursos de su administración para la colocación de espectaculares que anunciaban su postulación, y aunque previamente pagaron encuestas en las que posicionaban a la alcaldesa como una administradora fuera de serie, al final los resultados de la primera etapa dela elección interna morenista aterrizaron a la soñadora, quien despotricó contra su partido, aunque al final anunció su declinación por Delfina Gómez.
No debemos olvidar que el médico de Texcoco fue quien embarró a Delfina Gómez en el caso de los desvíos orquestados desde el seno de su administración como alcaldesa de dicha región, ese chistecito le costó al partido oficial una multa de 4.5 millones de pesos, por culpa de esas costumbritas que le aprendió al priismo hoy la secretaria de Educación carga sobre sus hombros el calificativo de corrupta.
Higinio Martínez tiene una vieja acusación de enriquecimiento ilícito porque en tan sólo 5 años, acumuló 85 millones de pesos en propiedades inmobiliarias, producto de su complicidad con el PRI, uno de los inmuebles de mayor valor lo adquirió cuando Delfina Gómez era alcaldesa de Texcoco. Por eso mucho tienen que meditar en el búnker morenista en caso de que él o sus cómplices del Grupo de Acción Política (GAP), Delfina u Horacio, se pudieran convertir en los próximos aspirantes a una gubernatura que tanto anhelan.
Tal vez el priismo mexiquense esté más vivo que nunca, en los pies de este peculiar personaje.