La política Edoméx
agosto 25, 2022

Edomex puede ser la tumba del PRI y Del Mazo el enterrador

LPE | Redacción

El mundo al revés le llegó al Partido Revolucionario Institucional (PRI), la que fuera primera fuerza política del país hoy acusa una crisis que lo redujo a mendigar alianzas, a postular candidatos que no son de su instituto, a denunciar injusticias en tribunales, a limosnearle votos a la ciudadanía, a perder su registro en Quintana Roo y a estar encabezados por un líder que pregona triunfalismos que ni a él mismo convencen.

“Alito” Moreno recibió un partido que gobernaba en 12 entidades, de las cuales ya nomás le quedan 3 y 2 de ellas estarán en juego para el próximo año, Coahuila y el Estado de México. Él asegura que en 2024 habrá “tiro” y muchos ya le empiezan a creer, tiro… pero de gracia, por no saber representar a la nueva oposición del país.

Para el caso concreto del Edoméx las más recientes encuestas de salida indican que el tricolor se encuentra al borde de perder su hegemonía que ha mantenido por más de 90 años; de acuerdo con Gii360 encargada de este sondeo, un 47 por ciento de su población votaría por Morena; 13% lo haría por el PRI; 12 % por el PAN; 3% por Movimiento Ciudadano y apenas un 1% sufragarían por el PRD o PT.

Pero no sólo las encuestas lo tienen al borde del exilio en la entidad mexiquense, sino también los resultados y las malas decisiones que han tomado durante los últimos años. En Ecatepec por ejemplo, Fernando Vilchis Contreras ya les dio un doble repaso en 2018 y 2021, con sendas victorias en las urnas.

Desde ahí, el morenista también exhibió el desdén del gobernador Alfredo del Mazo hacia Ecatepec, porque con cifras evidenció su sentido inhumano para recortar el agua en plena pandemia, exponiendo la salud de los ecatepenses, quienes seguramente se la cobrarán en las urnas el próximo año. Al final el mandatario estatal dobló las manitas ante las exigencias vilchistas y ya lo sentaron en mesas de diálogo para que, por fin, se ponga a trabajar en este territorio.

Otro escándalo que se avecina son las presuntas corruptelas en las que incurrió su antecesor en la presidencia municipal, el priista Indalecio Ríos Velázquez, que seguramente se darán a conocer en días próximos y terminarán por convencer a la comunidad de este municipio que la corrupción de ese partido fue lo peor que les pudo suceder.

Recientemente fue inhabilitado para ocupar cargos públicos Raúl Otero quien fungió como director de Desarrollo Económico en el trienio de Ríos Velázquez, el doctor y maestro autorizó licencias de funcionamiento a negocios en Ecatepec de manera irregular y el OSFEM procedió en consecuencia. Vilchis anunció que habrá más sanciones contra una veintena de ex servidores públicos que trabajaron con don Indalecio.

Se sabe que tras los malos resultados electorales de este fin de semana, el priismo mexiquense ya instruyó a cerrar filas y a dejar de creer en la actitud positiva de su dirigente nacional. Entonces estaremos en vísperas de atestiguar cómo Alfredo del Mazo Maza vuelve a doblar sus manitas y le cede, por primera vez en la historia, una candidatura a un político que no es de su partido y mucho menos de la familia Atlacomulco. Si su abuelo reviviera se volvería a morir.

En serio que a ninguno de aquellos priistas de cepa les gustaría ver, cómo es que este instituto político hoy arrastra la cobija, celebrando derrotas y buscando alternativas como la de venderse al mejor postor para tratar de conservar el bastión más importante del último siglo. La joya de la corona para morena, como algunos ya le dicen.

Un candidato blanquiazul sería entonces en quien recaería la historia, el “prestigio”, el legado y la desesperación tricolor de conservar lo que comenzó con don Isidro Favela y le heredó su sobrino Alfredo del Mazo Vélez (1945 – 1951), que en gloria estén.

Una alianza con sus más acérrimos rivales (PAN – PRD), en una misión que es más para impedir que el partido oficial termine por pisotearles su dignidad y no para convertirse en una oferta política de bien ciudadano; la ambición del potentado que mira cómo sus riquezas se le escurren entre las manos, sabiendo que deberá trabajar y trabajar muy duro para recuperarlas.

Información extraoficial reveló que la corriente mexiquense del PRI estaría dispuesta a solicitar la renuncia de Alejandro Moreno Cárdenas como su dirigente, motivados por esa actitud retadora que su “líder” adoptó contra las recientes críticas que le hicieron Roberto Madrazo y Francisco Labastida, a los que “Alito” acusó de no haber hecho nada y de paso les advirtió que se mantendrá como dirigente nacional durante los próximos 4 años.

Lo cierto es que les queda poco tiempo a las dirigencias estatales encabezadas por Erick Sevilla Montes de Oca (PRI), Anuar Azar Figueroa (PAN) y Agustín Barrera (PRD) para decidir definitivamente si integrarán una alianza en 2023, salvar sus pellejos y evitar que AMLO siga ganando elecciones, porque ya gobernará en 22 de las 32 entidades del país.

La crisis tricolor es un trabucle y refleja el nerviosismo que hay de cara a los comicios del siguiente año, la permanencia de Alejandro Moreno pende no de un hilo sino de una orden de aprehensión, por todos los audios de posible corrupción en los que fue balconeado y seguramente serán reutilizados cuando se pongan en juego las sillas de Coahuila y Edoméx.

La moneda está en el aíre y en caso de que Morena se haga del territorio mexiquense, significaría que más mexicanos están de acuerdo con esa forma de gobierno y los pondría en la antesala de triunfar otra vez en las presidenciables de 2024. Ya se verá…