La política Edoméx
agosto 26, 2022

Alito Moreno, ¿el priísta más cínico y corrupto de la historia?

LPE | Redacción

En 2019 Alejandro Moreno Cárdenas “Alito” asumió la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI), con la promesa de reconstruir las viejas glorias de la institución, sin embargo desde su llegada la que fuera primera fuerza del país ha perdido 11 gubernaturas y por si fuera poco ahora su líder enfrenta la posibilidad de ir a la cárcel en caso de que la fiscalía de Campeche le compruebe el delito de enriquecimiento ilícito.

Aunque en días recientes la máxima jerarquía del tricolor recibió el espaldarazo de sus amigos de “Va por México”, la realidad es que al parecer ninguna cobija será suficiente para que evite enfrentar la justicia una vez que la mayoría simple de morena autorice su desafuero promovido por la Fiscalía de aquella entidad, misma que alguna vez gobernó.

El efecto “Alito” ya es perceptible en distintos escenarios de la política, en el Estado de México por ejemplo, su partido ya cocina la candidatura de una mujer sin tomar en cuenta para nada la opinión de su dirigente, tan es así  que el PRI estatal se ha desmarcado de la candidatura de Enrique Vargas del Villar, quien ya hasta presentó su proyecto a título personal.

Este mensaje del Grupo Atlacomulco está más que claro, para ellos es conveniente alejarse de problemas ajenos, porque de por sí el escenario de las encuestas no los favorece y por eso optan por mantener en vilo a PAN y PRD. Es como si la propia militancia mexiquense del tricolor estuviera a la expectativa de lo que pasará con Moreno Cárdenas.

La injerencia de Alfredo del Mazo Maza en la construcción de la candidatura de Alejandra del Moral es perceptible, ella es integrante de su gabinete y también trabajó en las administraciones de Enrique Peña Nieto, así como de Eruviel Ávila Villegas, motivos suficientes para no cederle el paso a un panista con menos posibilidades, independientemente de lo que Lord McLaren’s le haya prometido a Marko Cortés y Jesús Zambrano.

El diputado federal Rubén Moreira Valdéz ratificó el distanciamiento que hay en la entidad mexiquense con la dirigencia nacional, al declarar que el Edoméx será gobernado por un o por una priista, porque dijo, “es una entidad con paz, crecimiento económico, en desarrollo y una buena gobernabilidad en medio de un país turbulento”. Así le dejó en claro a Moreno Cárdenas que una alianza sólo se concretará si el aspirante panista declina.

Cifras recientes arrojan un desplome en las encuestas de la coalición “Va por México” en todo el país, lo que sin lugar a dudas también debe atribuírsele al efecto “Alito” a pesar de que jure y perjure que todo el material que ha exhibido la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, es editado. Esa estrategia de autodenominarse perseguido político no le está dando muy buenos resultados.

La militancia del PRI debe encender los focos rojos ante esta nueva tendencia, si es que en 2023 no quiere perder en Coahuila y el Estado de México, para ellos no es conveniente que la ciudadanía escuche que un dirigente nacional empeñe su palabra hasta por su familia, respecto a que es una blanca palomita, cuando cada semana le sale cola nueva.

Los priistas deberían tomar muy en cuenta las recomendaciones de la senadora panista Xóchitl Gálvez, quien advirtió que Alejandro Moreno Cárdenas le está haciendo mucho daño al partido por su decisión de no renunciar a la dirigencia. Postura que más allá de una recomendación significó una advertencia sobre la posibilidad de caer estrepitosamente en las presidenciales de 2024.

Otra consecuencia del efecto “Alito” sería el inminente distanciamiento o ruptura con los medios de comunicación, los cuales han sido salpicados por los audios del priista. No olvidemos que “Mexicanos contra la corrupción…”, medio perteneciente a su camarada Claudio X. González, reprodujo la noticia en la que Alejandro Moreno conformó una red de amigos y familiares para comprar propiedades a precios muy bajos para luego revenderlos en costos elevados, actitud que fue interpretada como una molestia por parte del empresario en contra del político.

“Cobarde y miserable” así lo llamó Joaquín López Dóriga, “periodista” de Radio Fórmula, cuando en un audio el priista reveló que le ha pagado a reporteros como él, Ciro Gómez Leyva y hasta a medios como la revista Proceso para que hablen bien del dirigente. Hace unos días el también llamado “Teacher” externó un pronóstico que bien podría ser tomado como una venganza, al opinar que morena refrendará su triunfo en las elecciones presidenciales de 2024 y todo será gracias a la oposición.

Recientemente en las redes sociales estaba en efervescencia una denuncia sobre los tenis que Ernesto, el hijo de AMLO, adquirió por una suma elevada; sin embargo el nuevo audio que dio a conocer la pelirroja de Campeche en la que el dirigente priista se compra dos automóviles deportivos y lujosos en casi 20 mdp, los cuales pagó de contado, apagó la embestida de la oposición contra el muchacho de Palacio Nacional. Efecto “Alito”.

La llegada del político campechano a la dirigencia nacional del PRI está marcada por la ruptura desde el principio, porque cuando en compañía de Carolina Viggiano ganaron la elección interna, militantes como Ivonne Ortega y José Narro denunciaron irregularidades, al grado de que optaron por renunciar a su institución y se fueron a refugiar a Movimiento Ciudadano. Alejandro Moreno recientemente tocó la puerta de ese partido para invitarlos a fortalecer una coalición para los comicios de 2024.

“Háganle como quieran porque yo voy a cumplir con mi periodo como dirigente tricolor”, es la advertencia que Alejandro Moreno Cárdenas le ha dejado en claro no sólo a morena, sino a la propia militancia de su partido, que a pesar de la solicitud de 15 exgobernadores para que renuncie, este se engalla y asegura que el Partido Revolucionario triunfará en 2023 y 2024, no importa que Lorenzo Córdoba sea el nuevo implicado en sus próximos audios con florido lenguaje. A ver qué sale…