La llegada de personajes de negro historial a Morena sigue causando polémica.
Uno de ellos es el diputado por Ecatepec Octavio Martínez Vargas, cómplice en multimillonarios actos de corrupción del ex gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas.
Vergonzosamente hoy en día ambos forman parte de la 4T, Martínez Vargas por medio de Morena y Eruviel por el Partido Verde.
Ambos partidos se han dado a la tarea de reclutar a lo peor del viejo régimen, unos verdaderos delincuentes.
Octavio Martínez Vargas llegó a Morena por invitación de otro personaje muy cuestionado: Higinio Martínez Miranda.
En los años noventas y dos mil, cuando Eruviel Ávila fue presidente municipal de Ecatepec y luego gobernador, Martínez Vargas ocupó cargos importantes en el ayuntamiento, fue diputado y hasta recibió de regalo del priista una notaría pública para uno de sus hermanos.
Un dato escandaloso, es que cuando Ávila Villegas fue alcalde y Martínez Vargas regidor de Ecatepec, probaron una deuda pública multimillonaria que los habitantes del municipio siguen pagando hasta la actualidad.
Octavio Martínez no se cansó de sacarle jugo y ganancias a cualquier cargo público que obtuvo gracias a la protección del priismo.
PERREDISTA CORRUPTO
Aunque militó más de 25 años en el PRD, en realidad operaba políticamente para el PRI.
De hecho, el partido del sol azteca solo era un negocio personal y familiar del cual obtuvo diputaciones, regidurías y candidaturas para él y sus familiares.
Sin pudor alguno, pactó un sinfín de privilegios políticos y económicos con los gobiernos municipales del PRI para dejarlos robarse el dinero del pueblo a sus anchas. Tan es así que Eruviel Ávila, cuando fue gobernador lo premió con una notaría pública para uno de sus hermanos.
Otra prueba contundente es que los Martínez Vargas aprobaron con su voto en cabildo, una deuda pública por 750 millones de pesos que adquirió Eruviel en sus tiempos de presidente municipal de Ecatepec y que más de 10 años después los ciudadanos siguen pagando con sus impuestos.
Octavio Martínez Vargas ha sido por muchas razones un pésimo político para Ecatepec, que ayudó al empobrecimiento del municipio, a que creciera la delincuencia y prevaleciera la corrupción durante décadas.
Sin embargo, hoy que ya no le queda nada, que ya acabó de destruir al PRD, que el PRI ya no le paga por sus favores, quiere llegar a Morena de la mano de otro gran corrupto como es el senador Higinio Martínez Miranda.
Ya no le queda nada porque sus aliados lo abandonaron al darse cuenta de que Octavio Martínez no es más que un vividor de la política. Este domingo, más de 200 mil agremiados de los sindicatos 25 de Marzo y Uson se marcharon del PRD, donde ya nada más quedan Octavio y sus familiares.
RESCATADO POR OTRO CORRUPTO
Al verse muerto políticamente, el caprichoso perredista de inmediato buscó refugiarse en los brazos de otro personaje oscuro como Higinio Martínez para que lo acogiera en Morena.
Tremenda víbora venenosa se echará encima la maestra Delfina Gómez al aceptar a un personaje de la peor calaña dentro de su partido. Un persona que además de toda la corrupción que arrastra detrás de su riqueza inexplicable, no se ha cansado de insultar al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, desde hace muchos años.
La candidata de Morena a la gubernatura del Estado de México no necesita de personajes como Octavio Martínez Vargas porque ella promete que va a limpiar la corrupción del gobierno estatal y se rodea de lo más sucio y oscuro de un partido muerto como es el PRD.
Por su parte, Higinio Martínez Miranda demuestra con esto que sigue siendo el mismo político mañoso y sin principios ideológicos que siempre ha sido, el mismo que solo ve por sus intereses y esa hambre de poder que tanto daño le ha hecho al pueblo mexiquense.
Antes pactó con todos los gobernadores priistas para ayudarles a conservar el poder a toda costa y ahora pacta con lo peor del PRD para cobrar muy caro lo que le queda de poder dentro de Morena.
Octavio Martínez Vargas es un impresentable que llega al partido de AMLO solo porque quiere llevarse una rebanada del pastel que ya no le pueden dar ni el PRD y el PRI.
Seguramente que el tabasqueño se morirá de vergüenza cuando se entere a quien le están abriendo la puerta del partido que él fundó con la esperanza de impulsar un gran cambio, una verdadera transformación, sin corrupción y sin gente como Martínez Vargas.