Durante los poco más de 60 minutos que duró el Quinto Informe del gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, el fuerte olor de un nuevo amasiato político se percibía por todo el territorio mexicano. El PRIMOR comenzó a dar sus primeros pasos de manera oficial con los mensajes salameros que el mandatario local le envío al presidente AMLO.
Fiel a la postura que asumió desde que el tabasqueño tomó las riendas del país, Del Mazo mantuvo la línea del respeto por las acciones que la actual administración encabeza, aunque esta vez su amable discurso cobijó el trabajo del secretario de Gobernación, Adán Augusto López y el de la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
Además de ir flanqueado por su esposa Fernanda Castillo Cuevas, el titular de Segob escoltó desde su llegada al gobernante mexiquense y saludó de mano a la clase política que ocupó la zona VIP, en un contundente mensaje de unidad, como si Alfredo se hubiera transformado en un militante más del partido oficial. Adán Augusto recibió el primer reconocimiento y agradecimiento en el mensaje Delmacista.
“Quiero iniciar el informe el día de hoy dándole la más cordial bienvenida al secretario de Gobernación del Gobierno de México y representante personal del presidente de la República, licenciado Adán Augusto López Hernández, y agradecerle porque desde el momento que inició en su responsabilidad como secretario de Gobernación siempre ha estado muy cerca, eh muy pendiente del Estado de México… sea usted bienvenido, señor secretario”.
“Alito” en cambio mereció una tibia mención generalizada por parte del mandatario estatal, quien lo incluyó en la olla con los líderes partidistas, donde por cierto el Partido Acción Nacional brilló por su ausencia, y cuando Alejandro Moreno fue nombrado la toma de la transmisión jamás le hizo un acercamiento, como antaño lo merecieron líderes priistas de la talla de Manlio Fabio Beltrones o de la intrascendente Beatriz Paredes.
Alejandro Moreno Cárdenas se ubicó en una fila que vomitaba mensaje políticos, porque a unas cuantas sillas yacía sentado Manuel Velasco Coello, ex gobernador de Chiapas, ese mismo al que el dirigente tricolor pretendió embarrar como emisario de Adán Augusto en un audio con el que quiso revertir otros audios que la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, hizo públicos en días previos.
A su lado estaba Carolina Viggiano quien recientemente perdió su calidad de invicta en jornadas electorales, porque Julio Menchaca de morena concretó la alternancia en su natal Hidalgo. Carolina logró la secretaría general del tricolor en fórmula con Alejandro Moreno, es esposa del ex gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, quien mantiene alejado su yunque coahuilense del dirigente nacional, porque es otro bastión del partido que estará en juego el siguiente año y no le van a confiar el futuro de aquella entidad al señor de los Mc’Larens.
Y en la penúltima silla de la fila yacía sentadito, Jesús Zambrano, dirigente nacional de lo que queda del Partido de la Revolución Democrática (PRD), con un rostro desencajado, hoy son historia aquellas sonrisas que solía dibujar en su cara, cuando la suerte le sonreía al sol azteca; ¿qué fue de aquel perredismo que disputaba candidaturas estatales con personajes como Alejandro Encinas? y sin la necesidad de andar mendigando coaliciones.
Al perredista le fue imposible disfrazar la molestia que tiene en contra de su par priista, en una entrevista fresquecita adelantó que el PRD y sus cuates del PAN ya están formalizando el tema de la alianza “Va por México” con el PRI, pero sin la intromisión de Moreno Cárdenas, quizás por eso más temprano que tarde apareció Osorio Chong tirándole con todo a su dirigente. Zambrano también está urgido para no pasar a la historia como el líder que terminó sepultando a la dizque izquierda mexicana.
Pero el mensaje más contundente de esa fila lo dio el blanquiazul, su inasistencia pudo interpretarse en diversas vertientes:
a).- No se quisieron topar con el priista más odiado del país, quien accedió a que las fuerzas armadas permanecieran en las calles hasta el 2028, con lo que de paso le pintó el dedo medio a Marko Cortés y al berrinches de “chuchito”. “Tengan para que aprendan”.
b).- Con su desaire el gobernador Alfredo del Mazo tendría más que claro que no están dispuestos a respaldar las aspiraciones de su consentida política, Alejandra del Moral, sobre todo después de los periodicazos que le dedicaron al broncudo de Enrique Vargas.
c).- Fue necesario ausentarse como una última medida de presión en contra del priismo y así definir de una vez por todas si le darán vida o no a “Va por el Edoméx” y para 2024 a “Va por México”. Son conscientes de que el priismo tampoco tendría posibilidades de ganarle a morena en el Estado de México, Coahuila y las presidenciales.
¿A Claudia Sheinbaum la pintaron tricolor o Del Mazo se pintó de guinda? Porque fue muy efusivo y redundante el reconocimiento que el mexiquense le hizo a la capitalina durante su informe, el mandatario estatal bañó de elogios a su homóloga de la Ciudad de México cuando le reconoció su esfuerzo por impulsar un plan hídrico que beneficiará al Valle de México.
Jamás en la historia el priismo mexiquense se imaginó escuchar a un mandatario emanado de la cuna Atlacomulquense, reconociendo el esfuerzo de una mandataria de otro partido. De milagro no se infartaron Eruviel Ávila, Alfredo Aranda, Emilio Chuayffet, César Camacho y Arturo Montiel, ex gobernadores presentes que no tuvieron más remedio que aplaudir para que la cámara no los balconeara.
Mención especial tiene en este espacio el camaleónico Higinio Martínez Miranda quien durante todo el informe anduvo de perrito faldero detrás del senador Ricardo Monreal, ambos están en la ruta de romper con morena, particularmente porque no se les cumplen sus caprichitos. Casualmente el zacatecano le dio un repasito político al texcocano al que puso en su lugar a través de Alejandro Armenta Mier, quien humilló al doctorcito durante la elección para presidente del Senado.
Sin recato alguno, Martínez y Monreal posaron para la foto del recuerdo con Alejandra del Moral, inminente candidata del Revolucionario a la gubernatura del Estado de México que se disputará en 2023, la poderosa de Forbes debería elegir bien a sus amistades y sin no que le pregunte a la maestra Delfina Gómez Álvarez.
El cacique de Texcoco no pierde la costumbre de arrastrar a sus súbditos y trajo por aquí y por allá a Maurilio Hernández, quien por lo menos mereció que su nombre se escuchara en los agradecimientos de Del Mazo. Higinio sabe que perdió influencia en el interior de morena y ahora anda desesperado buscando alianzas con el mejor postor y quién mejor que otro sucio traidor de la 4T. Estos dos personajes son claro ejemplo delo que dice Andrés Manuel, “persisten los políticos que anteponen sus intereses personales por encima de los de todo un pueblo”.
Por lo menos Monreal es un tipo de cuidado, su carrera política le permite ejercer influencia entre las bases del PRI y del PAN, su rencor contra el partido lo tiene desde que fue abierto como pistache de la candidatura para jefe de gobierno por Claudia Sheinbaum, a la que por cierto evitó aplaudir hoy; el zacatecano fue artífice de varias de las derrotas de morena en las alcaldías de la Ciudad de México, gracias a él Sandra Cuevas llegó a Cuauhtémoc, por ejemplo.
Monreal estuvo detrás de la campaña por las fallas en la Línea 12 del Metro, una campaña que sin duda influyó para que la comunidad chilanga le retirara su apoyo al partido de AMLO; es amigazo de Dante Delgado y del ex jefe de gobierno capitalino Miguel Ángel Mancera, recientemente se abstuvo de votar en favor de la extensión del plazo para que el ejército se mantenga en las calles al cuidado de la ciudadanía y fue reprendido fuertemente por el presidente, quien lo tildó de hipócrita.
No será nada raro que Higinio y Monreal concretaran un maridaje político a partir de ahorita, a ambos los mueve el deseo de consolidar sus bases políticas a costa de lo que sea y sin importar en qué partido militen, el texcocano es un miserable lambiscón que se mueve por esa ambición desmedida que tiene de controlarlo todo, por eso los dos aprovecharon el escenario político que les ofreció el V mensaje de gobierno Delmacista, en donde ya nadie sabe para qué partido trabaja.